01-05-2021

Nueva Plaga del Maíz

De las cuatro principales variedades de chinches que viven en el cultivo de soja, hasta no hace muchos años se consideraba que la conocida como “chinche de los cuernitos” era la que menos daño hacía. Con el paso del tiempo y con una rotación de cultivos muy escasa, este insecto demostró su capacidad para adaptarse al consumo de otras especies, como el maíz, al que en forma creciente está dañando al inicio del ciclo. Es cada vez más frecuente encontrar plántulas de maíz de 5 a 10 cm de altura, con las primeras hojas agujereadas o con dificultades para crecer por el daño que tienen y que impide que estas hojas se desplieguen y traban el desarrollo de los nuevos brotes, con el consiguiente atraso y a veces muerte de la pequeña planta.

Todas las especies de chinches pasan el invierno como adultas, protegidas entre el rastrojo, la cobertura del suelo o al abrigo de plantas secas. En cuanto la temperatura comienza a elevarse, recobran su actividad y necesitan alimentarse para sobrevivir y poner huevos que garanticen su reproducción. A principios de la primavera, cuando el cultivo de maíz está iniciando su ciclo de vida, es uno de los primeros materiales verdes que dispone este insecto para vivir. Y por supuesto a él recurre.

Queremos con este artículo recordar a los productores la importancia de monitorear el lote en que se sembrará maíz, no es fácil ver las chinches que durante el invierno toman un color marrón y suelen pasar la estación fría en grupos escondidas en el rastrojo. Ese mismo color, dificulta su detección.

Según trabajos del INTA, habitualmente hay el doble de chinches que las que pueden verse a simple vista. Si encontramos un promedio de 1,5 chinches por metro, se recomienda un tratamiento preventivo.  A su vez ni bien se observe pequeñas plantas del cultivo con las primeras hojas retorcidas,  agujereadas o deformadas es imprescindible hacer la consulta al técnico para decidir si se aplica algún insecticida y cual.